LA FAMILIA CON HIJOS ADOLESCENTES
La familia con hijos adolescentes
Cuando los hijos llegan a la adolescencia, la
familia debe adaptarse a esta nueva situación. En esta nueva etapa del ciclo
vital, los hijos dejan atrás la infancia y la preadolescencia, para vivir una
nueva etapa de crecimiento y formación donde los padres deben exponerse a
nuevos retos y aprender a tratar a sus hijos adolescentes.
La
nueva identidad de los hijos adolescentes
Entre los principales retos a los que deben
enfrentarse los padres cuando sus hijos llegan a la adolescencia destacan:
1. El trato que dan a sus hijos. Aunque es difícil, conviene evitar
confundirles tratándoles unas veces como a niños pequeños y en otros momentos
como a adultos. Es importante reconocer que nuestro hijo/a ya no es el niño/a
al cual se le decían las cosas y las obedecía sin hacer preguntas, ahora tiene
más conciencia de sus emociones, pensamientos y sentimientos, y aflora un
sentido crítico.
2. Disipar la idea de que los adolescentes son un
problema. Para ello, es conveniente
educar a los adolescentes en la responsabilidad para que ellos mismos sean
conscientes de sus propios actos. En esta etapa de vida, el joven se enfrenta a
muchos cambios, no solo físicos, sino también emocionales que afectarán a las
relaciones con sus padres y hermanos. La vinculación con los padres ya no es ni
será la misma.
¿Qué
hacer cuando los hijos llegan a la adolescencia?
Las tareas que se presentan en esta etapa para
los padres con hijos adolescentes son:
1. Flexibilizar los límites: tratar de ver al adolescente como alguien que
está en proceso de cambio, desarrollo y que viene de otra etapa como la niñez.
Los límites que estaban establecidos en la niñez deben cambiar y adaptarse a
los nuevos cambios del adolescente. Por ejemplo, en los horarios de estudio o
en las salidas con los amigos.
2. Comprender: que no es un adulto, sino un adolescente con muchos
cambios en proceso, que busca la independencia, y que en ese proceso se puede
ver expuesto a las amistades negativas y a algunos vicios como el alcohol, el
tabaco, la sexualidad... ante los que debe tener recursos de actuación.
3. Favorecer el proceso de adaptación a los
cambios propios de la edad, haciendo todo lo posible por colocarse en el zapato
de sus hijos adolescentes y ver lo que ellos ven. Es recomendable buscar momentos para compartir con ellos,
escucharlos, valorar sus acciones y reconocer todas las cosas buenas que
realicen.
4. Respetar sus ideas, opiniones e iniciativas: si como padres tratamos de imponer nuestras
ideas y opiniones, sin explicaciones o negociaciones, la consecuencia puede ser
que el adolescente se aleje de la familia.
5. Negociar las reglas: durante la infancia, los padres ponían las
reglas y decidían. Pero con los adolescentes no debe ser igual. Si los
adolescentes ayudan a definir las nuevas reglas y los límites, para ellos será
más fácil respetarlas y asumir las consecuencias de no cumplirlas.